sábado, 5 de noviembre de 2011

La crisis del euro en España y Europa: fácil, sencilla y para toda la familia

Desde que el Tratado de la Unión Europea entrara en vigor en 1993 tenía como uno de sus objetivos más claros la creación de una moneda única, que sería el símbolo de la Unión Económica y monetaria de Europa. Fue así como surgió el euro (€), una moneda que habría de ser única en todo el territorio de la Unión Europea a la larga, y cuya misión sería la de igualar las economías de los países que conforman dicha unión. 

Para formar parte de esta unión monetaria que acarrearía la nueva moneda, los países deberían cumplir una serie de requisitos económicos mínimos. Para llegar a cumplir estos requisitos y que la economía de España se engrosara el gobierno de Jose María de Aznar instauró una serie de políticas económicas neoliberales que fomentarían el desarrollo del negocio del ladrillo, el cual traería consigo especulación. 

Lo curioso del asunto del euro es que los requisitos que se pedían para la instauración del euro en cada país como moneda oficial no fueron alcanzados por ningún país, y para que el proyecto de establecer el euro saliera adelante se hizo la vista gorda en toda Europa. 

Y esto es sólo el inicio de la que se avecinaba, y de la crisis que tenemos ahora encima. Grecia era el país que más lejos estaba de los requisitos iniciales para instaurar el euro, pero lo arreglaron a su manera. El gobierno conservador que tenía Grecia en aquel momento pidió a Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión más grandes del mundo, que maquillara sus cuentas, su auditoría. El entonces presidente de esta entidad, y actual presidente del Banco Central Europeo, el economista Mario Draghi, accedió a camuflar la ruina helena y el déficit de la deuda de la misma. 

Francia y Alemania tampoco eran países cumplidores, y mucho menos España, pero esta última crecía a un ritmo acelerado, lo que ha dado en llamarse el milagro económico, que propició la burbuja inmobiliaria tan cotizada en su día y que ahora ha explotado tan estrepitosamente. Mientras tanto, Grecia seguía conviviendo con el euro por encima de sus posibilidades, y Reino Unido, que renunció al euro en su momento, vive en estos momentos con menos intensidad que el resto la crisis del euro. 

Otro de los pecados capitales de Goldman Sachs fue su facilidad desmesurada de crédito. Esta empresa comenzó a dar créditos sin parar y le siguieron todos los bancos europeos. Pero en España la crisis no viene solo de los bancos y del euro, sino que también ha sido alimentada por una crisis inmobiliaria, la ya nombrada anteriormente burbuja inmobiliaria, originada por el gobierno del PP de Aznar, que instauró la Ley de Suelo entre otras medidas contraproducentes a largo plazo, y alimentada después por el gobierno de Jose Luis Rodríguez Zapatero. 

La quiebra de Lehman Brothers, mítica compañía estadounidense de servicios financieros, fue la señal más clara de que la falsa bonanza económica en la que estaba sumida Europa estaba ya moribunda. Las hipotecas basura concedidas por los bancos de EEUU dieron el pistoletazo de salida a la crisis en su máximo esplendor: todo el mundo empezaba a vender y las bolsas caían. Mientras, en España, las empresas comenzaban a despedir trabajadores, la gran mayoría con hipotecas desorbitadas herencia del falso estado de bienestar y el afán por vivir por encima de las verdaderas posibilidades del país, moda de la que fuera precursor en primer lugar el mismísimo Gobierno. El impago comenzó a crecer, se pararon las ventas y dejó de fluir el crédito. 

Mientras Zapatero negaba la crisis durante dos años, muchísimo tiempo, el paro crecía mientras abogaba por el pleno empleo. Todos los gobiernos europeos comenzaron los ajustes, menos España, y Europa hizo una auditoría de sus cuentas. Italia, España, Irlanda y Portugal tenían un déficit enorme y comenzaron a emplear un juego agresivo en los mercados de deuda soberana de cada país. España se encontró con dificultades al colocar su deuda, pues se comprometió a devolver el dinero solicitado en 6 meses, pero el interés salía demasiado caro. 

Pero lo mejor estaba aún por llegar: Grecia y su ruina. Los inversores vieron que la deuda pública de Grecia era el 126,8% del PIB, es decir, casi 3000.000 millones de euros, por lo que decidieron huir de allí. De esta situación se aprovechan las empresas de recalificación, que en vez de ayudar, juegan a especular, de manera que la cosa quedaría así: yo te hundo, luego te presto dinero, y tú me devuelves casi 10 veces más después, y mientras te digo que soy la única empresa que te dará dinero. A esto último se han dedicado empresas como Estándar&Poor’s o Moody’s. La deuda pública helena se rebajó, y ahora mismo sus bonos están calificados bajo el nombre de “bonos basura”. 


Y aquí viene la segunda parte de la cuestión, y es que los bancos franceses y alemanes son los que compraron masivamente bonos de Grecia para evitar su quiebra, y al declararse Grecia finalmente en bancarrota vendría el primer rescate de la Unión Europea. A cambio de este rescate con dinero de la UE, Grecia debería realizar recortes drásticos en servicios públicos. Portugal ahora mismo está también en precarias condiciones y se decide rescatarla, sale barato. En Irlanda pasa lo mismo, y eso que siempre ha sido un modelo liberal alabado por los más conservadores.

Los estados comenzaron a inyectar dinero público a sus bancos para que circulase el crédito, en el caso de España cifras astronómicas, sin consultar a los ciudadanos y sin conseguir que circulase el crédito. Distinto es el caso de Islandia, donde Europa exigió recortes y se consultó al pueblo mediante referéndum si, como se iba a hacer en Grecia, se pagaba la deuda y se inyectaba dinero a los bancos de las arcas públicas, y el resultado fue un “no”, al que curiosamente Europa no dijo nada, los bancos tampoco y mucho menos las agencias de calificación. 

Sin embargo, la idea del referéndum en Grecia no ha sido posible llevarla a cabo. Papandreu quería someter el segundo rescate económico del país a referéndum, pero esto no se ha realizado puesto que Alemania ha amenazado a Grecia con la expulsión del conjunto de países que tienen como moneda el euro, lo cual haría que Grecia se quedara en bancarrota y Alemania lo sufriría puesto que sus bancos han adquirido casi toda la deuda helena. Resultado: Francia también ejerce presión sobre Grecia que acaba por retirar la idea del referéndum.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El Gobierno no aumentará el Salario Mínimo Interprofesional


Sandra Baraza. El propósito del Gobierno de Zapatero, el cual está a pocos días de poner fin a esta legislatura, ya no es elevar el salario mínimo interprofesional (SMI), como señalaban al principio de su legislatura. Según el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, la prioridad del Gobierno en estos momentos es la de crear empleo.

Tanto los empresarios, socios comunitarios, Comisión Europea como organismo económicos de todo tipo piden al Gobierno una “moderación salarial” que sitúe el el salario mínimo interprofesional (SMI) entre un 1,5% y un 2,5% más que el actual.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero no ha logrado el objetivo que prometía en su campaña electoral en 2008, finalizar la legislatura con al menos 800 euros como SMI. Cándido Méndez, secretario general de UGT, lamentaba que Rodríguez Zapatero "ha incumplido su compromiso ante la sociedad; era perfectamente compatible con la situación económica".

El sueldo mínimo español, que ahora es de 748 euros, es el segundo más bajo de quienes lo mantienen, Alemania o Italia no lo tienen, en la Europa de los 15, solo por debajo de Portugal.
Similar nos comparamos con Francia: su salario mínimo casi duplica al español, es de 1.365 euros. Grecia, un país más pobre en términos comparativos, tiene un salario mínimo casi cien euros mayor que España, 863 euros. En los puestos principales, Luxemburgo que tiene un SMI de 1.785 euros, Irlanda con 1462 euros y en tercer lugar Holanda con 1.424 euros. Holanda y Luxemburgo disfrutan de las tasas de paro más bajas de la Europa de los 15, mientras obligan a pagar por ley altos sueldos mínimos.

Gómez cree que España debe elevar su competitividad y salir de la crisis y recuerda que cuando la economía española creaba mucho empleo, el Gobierno hizo del SMI una prioridad, elevándolo más de un 33%, desde los 400 a los 600 euros mensuales y comprometiéndose a terminar la legislatura con un salario mínimo de 800 euros. Dicho compromiso se vio alterado con la llegada de la crisis económica.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

España retrocede tres puestos en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU

NAZARETH ALONSO; Fuenlabrada.- España ha bajado tres escalones en la clasificación del índice de Desarrollo Humano, que ha publicado el PNUD (dependiente de la ONU) y que encabeza de nuevo Noruega (0,943), hasta situarse en el puesto 23, y ella a pesar de haber aumentado su puntuación del 0,863 de 2010 al 0,878 actual.


Esta bajada de España se debe a que países como Eslovenia, Austria o Hong Kong han superado este año a España, que ha frenado su ritmo de crecimiento en casi todos los valores tomados en cuenta por la ONU a la hora de realizar el informe.


En el ránking del INB (Ingreso Nacional Bruto) per cápita, España también ha bajado del puesto 25 al 27. Qatar vuelve a liderar en 2011 esta clasificación y con un ingreso cuatro veces mayor que España.


El índice de desarrollo humano, es la cantidad de opciones que tienen un ser humano en su propio medio, para ser o hacer lo que el desea, esta teniendo una tendencia a la baja, esto viene a decir que a menor desarrollo humano, menos cantidad de opciones. también podría definirse como una forma de medir la calidad de vida de los humanos en el medio en que se desenvuelven y viven. Es además, una variable fundamental para la clasificación de un país o una región.


El informe sobre Desarrollo Humano 2011 del programa de Naciones Unidas para el desarrollo, afirma que los apremiantes desafíos globales de sostenibilidad y equidad deben tratarse de forma conjunta y, al mismo tiempo, identifica aquellas políticas a nacionales y globales que podrían dar un impulso a la consecución de estos objetivos vinculados.

Según el informe, es necesaria una acción decidida en ambos frentes para lograr mantener los avances en desarrollo humano obtenidos recientemente por la mayoría de los países más pobres del mundo. Informes anteriores han demostrado que lo estándares de vida de la mayoría de países han mejorado y que desde hace décadas tienden a la convergencia.

Sin embargo, el Informe 2011 prevé un retroceso alarmante de dichas tendencias en caso de que el deterioro medioambiental y las desigualdades sociales sigan intensificándose, con una previsión de que los países menos desarrollados invertirán esta tendencia y se alejarán de nuevo de los patrones globales antes de 2050.

El Informe muestra cómo los más desfavorecidos del mundo son los que más sufren la degradación medioambiental, también en su entorno personal más inmediato, y la desproporcionada falta de poder político, dificultando aún más que la comunidad internacional llegue a un consenso sobre los cambios de políticas globales necesarios.

A pesar de ello, el Informe también destaca el enorme potencial que tienen las sinergias positivas para la conquista de un mayor equidad y sostenibilidad, especialmente a nivel nacional.

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