Sandra Baraza. Fuenlabrada Desde el día de ayer, Libia comienza a rozar la libertad. Tras cuarenta y dos años de dictadura, la ciudad de Sirte se convirtió en el lugar elegido dónde un ataque de la OTAN acabó con la vida del coronel libio Muamar el Gadafi, según anunció el Consejo Nacional de Transición (CNT).
Sirte, ciudad natal del dictador, era el último bastión que no había caído en manos de los rebeldes. Al Jazeera informó de que también habían caído varios de los hombres de confianza de Gadafi y dos de sus hijos.
Tras ocho meses de revueltas en Libia en contra del dictador parece llegar a su fin, aunque este proceso de cambio se debe llevar con mucho cuidado para no caer un una guerra civil. Lo que empezó como una guerra civil se internacionalizó en abril, cuando Francia animó a los países occidentales a intervenir en el país norteafricano. Las tropas del dictador estaban ganando la guerra y, según las informaciones, no dudaban en atacar a los civiles para defender sus posiciones.
En agosto los rebeldes tomaron Trípoli y Gadafi desapareció de la escena pública, aunque varios de sus hijos cayeron y sus imágenes demostraron que el final de la guerra no era más que cuestión de tiempo.
Los rebeldes han distribuido a través de Internet diferentes vídeos y fotos del dictador agonizando y ensangrentado realizadas muchas de ellas con sus teléfonos móviles y que publica en el día de hoy toda la prensa internacional. Según las autoridades de la CNT, Gadafi fue trasladado a la ciudad de Misrata dónde se procedió a la autopsia.
El hombre que tomó el poder como un revolucionario y con un estilo propio de los oprimidos, tuvo una brutal y vergonzosa muerte a manos de la gente que pretendió liderar.
En ciudades como Trípoli o Bengasi, los ciudadanos se echaron a las calles para celebrar con gritos, bailes, música y disparos al aire la desaparición de Gadafi. La OTAN, abandonará Libia a finales de mes, facilitando que los rebeldes formen un Gobierno de transición que dirija al país, tras más de cuarenta años de régimen, hacia la democracia.
